.Coldplay. Fix You (Te confortaré)  

 

«no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre»

 
  

 
 
 
 
 
 
Lectura del libro del Éxodo

En aquellos días, el Señor pronunció estas palabras: «Yo soy el Señor, tu Dios, que té saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí. No te fabricarás ídolos, ni figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra, o en el agua debajo de la tierra. No te prostrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo el pecado de los padres en los hijos, hasta la tercera y la cuarta generación de los que me odian.
Pero tengo misericordia por mil generaciones de los que me aman y guardan mis preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Recuerda el día del sábado para santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas, pero el día séptimo es día de descanso, consagrado al Señor, tu Dios. No harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el emigrante que reside en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y lo que hay en ellos; y el séptimo día descansó. Por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.
Honra a tu padre ya tu madre, para que se prolonguen tus días en la tierra, que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo».

Éx 20,1-17

Salmo Responsorial

R. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes. R

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida

y da luz a los ojos. R

El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R

Sl 18,8.9.10.11 (R.: Jn 6,68b)

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios
Hermanos:
Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados —judíos o griegos—, un Cristo que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

1Cor 1,22-25

Lectura del santo Evangelio según San Juan

Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre». Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?». Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré». Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». Pero él hablaba del templo de su cuerpo.
Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba a ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

Jn 2,13-25

"Destruïu aquest santuari i jo el reconstruiré en tres dies"

Tots sabem que és molt fàcil que les institucions es vagin deteriorant. Això passava amb el temple de Jerusalem. Per presentar els sacrificis calien els animals, vedells, moltons, coloms i també el canvi de moneda. Però tot això aviat es va convertir en un gran negoci sobretot per les classes sacerdotals i va enfosquir el sentit original: ajudar el pelegrins a complir el seu desig d’oferir una ofrena al Senyor. Per això el gest de Jesús, primàriament és el de purificació, de correcció dels abusos. Fàcilment el servei es convertia en negoci. Per això les paraules de Jesús: No convertiu en mercat la casa del meu Pare. Però Jesús va més enllà. Ell inaugura un temps nou, en les relacions de l’home amb Déu. Ell substitueix el temple de Jerusalem, que era la institució més significativa d’Israel, per la seva persona. Per trobar-se amb Déu ara no cal el temple sinó l’encontre amb Jesús que és el nou temple, el lloc on habita Déu. Inaugura un temps nou, una nova realitat, com ho indicava el vi nou de Canà.
La lectura primera ens recorda els deu manaments, més desenvolupats en alguns casos, com per exemple en la prescripció del repòs del dissabte o bé la prohibició de fer-se imatges de Déu.
Aquests deu manaments són el compromís del poble en l’antiga aliança que Déu feu amb Israel. Però Jesús amb la seva mort i resurrecció inaugura una nova aliança: Destruïu aquesta santuari i jo el reconstruiré en tres dies. En Jesús mateix, en la seva mort i resurrecció hi ha la nova aliança de Déu amb els homes.
Per això Pau diu: Nosaltres prediquem un Messies crucificat, que és un escàndol per als jueus i per als altres un absurd però nosaltres hi veiem el poder i la saviesa de Déu. Cal treure dels nostres temples tota aparença de negoci o de mercat però la nostra vida cristiana no s’ha de limitar a anar a l’església sinó que cal l’encontre amb el Crist crucificat però ressuscitat. No caiguem en la rutina de les pregàries al temple sinó trobem-nos cara a cara amb el Crist viu, l’autèntic temple de Déu.

Mn. Jaume Pedrós

Música Sacra

Con el nombre de Música Sacra agrupamos las obras musicales cristianas que a lo largo de la historia han creado los grandes compositores para destacar la obra de Dios. Nació en Europa en la Alta Edad Media con los ritos cristianos en el ámbito de las iglesias. Los antiguos cantos medievales dieron paso a las Misas y Cantatas del Barroco.

La época dorada de la música religiosa se inicia con los cantos gregorianos, alcanzan la mayoría de edad con Johann Sebastian Bach, continúa con Mozart y finaliza con las Misas de Beethoven. Mas tarde la musica sagrada deja de tener tanta importancia en la vida social y los compositores se acuerdan de ella excepcionalmente.

Glória de Vivaldi

Réquiem de Mozart Passió segons sant Joan. Bach
El Messies de Händel I El Messies de Händel II El Messies de Händel III
La Passió segons sant Mateu I La Passió segons sant Mateu II Messa da Réquiem de Verdi


 

  

 

 
 
 
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